Construyo mi biografía, un recurso para fomentar la autoestima y la iniciativa personal
La iniciativa personal es una competencia fundamental para la vida adulta. Lo que no todos sabemos es que, para su desarrollo, es imprescindible una buena autoestima y conocimiento de uno mismo. Es muy importante que el niño se sienta seguro y con la confianza suficiente para arriesgar, y así poder construir algo nuevo.
El desarrollo de esta habilidad se inicia durante la infancia y, como todas las competencias básicas que intervienen en el currículum, puede ampliarse y mejorarse si se le dedica tiempo y esfuerzo.
Proponemos algunas actividades basadas en el concepto de biografía.
Actividad 1. Quiero saber más sobre mi familia
Para esta actividad pediremos a nuestros alumnos que, agrupados en equipos de 2 o 4 compañeros, se pongan de acuerdo en dos aspectos que quieran descubrir sobre sus familias. Podríamos sugerirles diferentes temáticas si vemos que se sienten muy perdidos: “yo siempre he querido saber cómo se llamaban los abuelos de mis abuelos", “¿a mí me encantaría saber cómo era mi mamá de joven, qué aspecto tenía”, etcétera.
A continuación les pediremos que piensen y detallen las acciones que necesitarán para alcanzar su objetivo, es decir, que enumeren cada uno de los pasos a seguir para descifrar el enigma que se han propuesto. Les dejaremos el tiempo que creamos conveniente para realizar la investigación.
Seguramente nuestros estudiantes deberán ir ajustando su plan a medida que avancen (o no) en el proyecto. Es posible que se hayan fijado un reto demasiado complicado y necesiten ajustar expectativas; puede que, por el contrario, sea demasiado sencillo y lo averigüen rápido; puede que las medidas escogidas no sean las más convenientes… Por esto, es bueno que la actividad se realice en grupo, ya que el trabajo en equipo nutrirá mucho la investigación y evitará que nadie se quede estancado.
Actividad 2. La historia de mi nombre o mi nacimiento
Detrás del nombre de una persona o de su nacimiento siempre existe alguna historia bonita o, al menos, curiosa; que puede convertirse en la oportunidad perfecta para promover la iniciativa y el auto-conocimiento.
Así, les pediremos que investiguen sobre esto. Les diremos que pregunten a sus padres, abuelos, tíos, amigos de la familia… proporcionaremos un listado de preguntas. Algunas de ellas podrían ser las siguientes: ¿a qué hora naciste?, ¿era de día o era de noche?, ¿cómo se sentían tus papás cuando te vieron por primera vez?, ¿y tus abuelos qué pensaban?
Sin embargo, lo ideal es que, para esta actividad, los alumnos tomen el máximo protagonismo posible y sean ellos quienes se planteen realmente qué desean descubrir. De esta manera, su iniciativa será mayor y su toma de decisiones también.
Una vez recogidos datos suficientes, les pediremos que se queden con sus favoritos y busquen una forma atractiva de plasmarlos para mostrar su historia a sus compañeros. Hay dos opciones: dejarles escoger cómo hacerlo, o proporcionarles alguna técnica (dibujar un cómic, pintar un mural, escribir un poema, redactar un cuento, etc.) y hacerlo todos igual. Mi recomendación es que les dejes manga ancha, que sean ellos quienes se sientan libres de crear y hacer, de esta manera se estará fomentando su creatividad.
Actividad 3. Adivina mis aficiones
Pediremos a nuestros alumnos que hagan dos listados. Primeramente, anotarán uno con sus hobbies habituales, aquellos que les gusta practicar a diario. En el otro listado escribirán aquellas aficiones por las que sientan interés pero nunca han practicado o les gustaría probar. Podría darse algo como lo siguiente:
Me gusta: jugar a fútbol con mis amigos, ir a la biblioteca con compañeros de estudio, pintar los domingos, correr en el parque, jugar en los videojuegos…
Me gustaría: practica tenis, ir en avioneta, diseñas y construir muebles, aprender a pintar…
Es bueno que les dejemos anotar libremente las aficiones que quieran. Lo interesante de esta actividad es que nuestros alumnos se den cuenta que hay muchas actividades que les gustan y muchas otras que podrían encantarles; y que esto sirva también para inspirar a sus compañeros.
Si queremos ir un poco más allá, podríamos pedirles también que ordenen estas actividades de más a menos, es decir, de aquellas que más les gusta hacer a las que menos.
Seguidamente, les diremos que escojan una sus aficiones favoritas y otra de las posibles, y que vayan saliendo delante de la clase uno a uno a representarlas a través de mímica para que los demás compañeros puedan adivinarlas.
Finalmente, recomiendo construir un póster entre todos con las aficiones recogidas. Este será un espacio en continua evolución, dónde los estudiantes podrán pasearse y recoger ideas para sí mismos.